Responsables de ambas instalaciones buscan mayor promoción internacional para lograr una salida de la crisis que auguran lenta
Los dos puertos deportivos de Gijón, el del Muelle y el de Marina Yates, en El Musel, ofrecen cerca de 1.100 puntos de amarre que actualmente cuentan con una ocupación media próxima al 62%, según los datos proporcionados por la directora del Puerto Deportivo de Gijón, Flor Guardado, que cifra los huecos en el 40%, dentro de una oferta de 939 plazas, y el propietario de Marina Yates, Luis Carlos Piñera, que estima en un 75% la ocupación de los 160 amarres de que dispone.
La idea de que la crisis no afectaría a un sector tradicionalmente relacionado con un nivel económico alto no se corresponde con la realidad, debido a que muchos profesionales han visto reducida su actividad laboral y «en esas condiciones, el gasto lúdico es el que siempre queda rezagado», en palabras de Flor Guardado. Por otra parte, indicó la misma fuente, falta relevo generacional, en el sentido de que las bajas de gente mayor no son sustituidas por altas juveniles, ya que los nuevos puestos de trabajo permiten pocas alegrías económicas.
No obstante, los responsables de los puertos deportivos gijoneses, que funcionan en régimen de concesión de la Autoridad Portuaria de Gijón, circunstancia que en la práctica los sitúa en desventaja competitiva respecto a los puertos de titularidad regional, transmiten más confianza en una recuperación que auguran lenta que pesimismo ante el futuro. Eso sí, justifican esa confianza en las iniciativas que desarrollan para mejorar las cosas, como la promoción internacional para captar embarcaciones en tránsito, y no en una mera esperanza en la llegada de factores externos que aporten las soluciones.
Hay que tener en cuenta que ambos puertos deportivos cambiaron de manos el pasado año y es obvio que nadie invierte sin fe en conseguir rentabilidad, así como que los nuevos propietarios no llegaron engañados y conocían las dificultades que sufrieron los anteriores.
Con las cosas así, Flor Guardado, que ya fue directora del equipamiento del Muelle con los anteriores accionistas, afronta «muy ilusionada» el nuevo proyecto, que considera «un reto» en el que está involucrado todo su equipo.
Redes sociales
El referido proyecto incluye «inversiones en las infraestructuras; en comunicación, con una web más interactiva y presencia en redes sociales». También ofrece «nuevos servicios como la gestión gratuita de venta de embarcaciones de segunda mano, alquiler de embarcaciones, mantenimiento y limpieza».
El caso es que la situación del sector náutico deportivo no depende sólo de la evolución de la crisis en España, sino también, por ejemplo, en Francia, país del que llegan la mayor parte de los yates que hacen escala en el Puerto Deportivo de Gijón. En ese sentido, Flor Guardado señala que en 2015 llegaron menos embarcaciones en tránsito que en 2014. La merma llegó al 8%, pero el número de tripulantes aumentó, probablemente porque «ahora se viaja más en grupo». El pasado agosto llegaron a registrarse 21 barcos en un solo día, dato que propicia el optimismo, aunque la promoción internacional sigue siendo uno de los objetivos comunes de los dos puertos deportivos gijoneses.
Sin perjuicio de que parte de la apuesta de Marina Yates consiste en potenciar la oferta de varadero y marina seca para los clientes locales, Luis Carlos Piñera considera que «el tránsito es el futuro» y asegura que los dos puertos deportivos de Gijón deben colaborar antes que competir para «de la mano con el Ayuntamiento», convertir a Gijón en un referente del Arco Atlántico. Piñera aprecia mayor interés en el Ayuntamiento que en la Administración regional y coincide con Flor Guardado en el objetivo de acudir, por ejemplo, a los salones náuticos de Dusseldorf y Southampton.